domingo, febrero 25, 2007


Ana-Crónicas
Jethro Tull en Guatire

Aunque Jethro Tull nunca estuvo en Guatire, debo decir que fue en este pueblo mirandino donde se le ha rendido el primero y quizás único homenaje. No se trataba de un concierto del famoso grupo inglés sino de la primera miniteca que llegó a la comarca natal de Vicente Emilio Sojo.
Entusiasmados por el impacto de Woodstock queríamos reproducir a pequeña escala un ambiente de paz, música y amor en los terrenos del antiguo Ingenio, hoy espacio donde se ha edificado una de las tantas urbanizaciones de la ciudad dormitorio que crece a todo lo largo de la intercomunal Guarenas-Guatire.
Como a falta de festival bien bueno es una miniteca, nos la ingeniamos para prender el rumbón en tierras mirandinas. Sin pensarlo mucho cargamos con nuestros cajones s (catafalcos que hacían las veces de cornetas) y la selecta discoteca ambulante del gocho Rafael Medina, alimentada con los aportes de cada uno del grupo de muchachos que entre quimeras y luchas cotidianas nos levantamos en la calle El Lago de los Magallanes de Catia.
Santana con su Soul Sacrifice, Ten Years After con I go home by Helicopter, Joe Cocker con A whit litle help from my friends, Crosby Still Nash and Young, la insuperable Aretha Franklin con su Respect, los idolatrados Beatles, Los Rolling Stones con Jumping Jack Flash, entre otros astros de una larga lista, fueron los encargados de darle ritmo y sabor a una fiesta que con el paso de las horas fue tornándose algo incómoda. Ciertamente, la situación se volvió tensa, especialmente para nosotros que no teníamos culpa alguna que las muchachas de Calvarito tomaran partido por los pavos de Caracas.
Con un despliegue de imaginación y sentido práctico armamos nuestra luces fosforescentes estroboscópicas y hielo seco, un poco para instalar el ambiente de los show de luces usado con muchas frecuencia por Pink Floyd en sus inicios.
Decidimos ponerle a la miniteca el nombre de Jethro Tull porque a casi todo el grupo nos fascinaba el conjunto liderado por Ian Anderson. Fue en 1970 cuando tuvimos por primera vez en nuestras manos un disco de Jethro Tull. Se trataba del album Stand Up, una muestra suficiente para seducirnos desde la primera audición. Recuerdo que la portada en amarillo tenía una caricatura en blanco y negro del grupo. Al poco tiempo encontraríamos en una discotienda de la avenida España de Catia lo que sería su cuarto Disco: Aqualung, una verdadera revelación para quienes ya habíamos transitado las páginas de Hermann Hesse, particularmente en Demián y El Lobo Estepario. La portada del disco nos llamaba mucho la atención por un viejo huraño y andrajoso. Después vendrían otros discos como Pesado como un ladrillo, Viviendo en el pasado; Demasiado viejo para el rock and roll y demasiado joven para morir, y paren ustedes de contar.
Los dos primeros discos de Jethro Tull fueron suficientes para conformar el rito que se inició en los Magallanes de Catia y tuvo su punto más álgido en Guatire donde una miniteca armada artesanalmente fue bautizada con su nombre.
Debo decir que esa noche la pasamos espectacular con las chamas que de las preguntas fueron a los hechos. Allí hicimos varias cuadraturas, sobre todo en direcciones y citas posteriores para ir al río o la playa.
Al borde de la madrugada nos dimos cuenta que algo andaba mal. Algunos de los chamos que nos veían como gallina que mira sal, ya no estaban. Ese simple detalle fue el anuncio de la tormenta que se avecinaba. Sin mirar atrás y pese al ruego de las muchachas y algunos pocos amigos que insistían en que nos quedáramos, decidimos apagar el equipo y recoger nuestros corotos. A dos cuadras de la casa nos estaban esperando los ofendidos muchachos que nos retaron con palos y navajas. Fue una escaramuza donde un par de patadas que le dimos a los primeros que avanzaron nos permitió tomar ventaja.
Como pudimos alcanzamos un autobús, el último que se encargaba de dar el recorrido final por el pueblo para esperar hasta la 5 de la mañana en el terminal y partir hacia Caracas.
Esa noche, la pasamos en casa de una tía que vivía por los lados de la plaza Miranda, después de Caja de Agua. Allí esperamos hasta que amaneciera y así poder salir sin problemas y sobre todo con vida de ese pueblo donde no estaban dispuestos a tolerar por una hora más a unos hippies tropicales. Con melenas y afros al viento arribamos al bus que nos condujo nuevamente hacia nuestro barrio donde otras rumbas nos esperaban para seguir dándole movimiento al cuerpo, al compás de la música, que a despecho de unos sacudió al mundo y fue el telón de fondo de una época inolvidable.

Carlos Antonio Silva

12 comentarios:

María Enith Díaz dijo...

Felicitaciones por tan esperado blog! Gracias por obsequiarnos a los cibernautas con tus fabulosas crónicas. Esta, como otras que ya conozco, tiene sabor a Catia, mi amada parroquia caraqueña en donde también crecí. Te deseo y auguro el mejor de los éxitos en este nuevo formato que has elegido para deleitarnos a todos los que amamos el arte en todas sus manifestaciones, en especial, la música... y la vida... porque vivir es también un arte.
Recibe un gran abrazo
María Enith Díaz

CAS CONCERT dijo...

Gracias María Enith por tu solidaridad y tus palabras de estímulo. Estaremos abordando libros, discos, crónicas de vida a modo de compartir estos desvelos musicales y literarios.He incluido una sección que será empliada en los próximos días denominada "TAPAS Y SOLAPAS" que abordará una mirada personal y resumida de los libros leídos y discos escuchados. Sin ninguna relación por la lógica, simplemente por el gusto de comentarlo. Igualmente señalaré los orígenes de tales joyas musicales y literario que vienen por diferentes vertientes, amigos, compras y/o obsequios. CAS

Almaluz Díaz dijo...

Ya era hora, CAS, que saldaras tu añeja deuda con los cibernautas, a quienes habías privado, hasta hoy, de tu verbo agraciado, tu crítica precisa y tu memoria resplandeciente como un espejo a mediodía y recién lavado. Tu equipaje es inmenso, sin duda lo que viene aquí es bueníiiiiiisimo. Mucha suerte y desde ya cuéntame entre tus más furibundas seguidoras; tu amiga Almaluz

CAS CONCERT dijo...

Gracias María Enith por tu solidaridad y tus palabras de estímulo. Estaremos abordando libros, discos, crónicas de vida a modo de compartir estos desvelos musicales y literarios.He incluido una sección que será empliada en los próximos días denominada "TAPAS Y SOLAPAS" que abordará una mirada personal y resumida de los libros leídos y discos escuchados. Sin ninguna relación por la lógica, simplemente por el gusto de comentarlo. Igualmente señalaré los orígenes de tales joyas musicales y literario que vienen por diferentes vertientes, amigos, compras y/o obsequios. CAS

26 de febrero de 2007 16:12

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Celebro la presencia de este espacio infinito para intercambiar ideas, aprender de otras vivencias, consolidar amigos y compartir los hechos más importantes de nuestra cotidianidad.La sal y pimienta de nuestras vidas.
Tu felicidad completa la mía.
Jacqueline

CAS CONCERT dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Almaluz Díaz dijo...

CAS, trata de complementar tu blog con la tecnología del podcast. Así podremos tus "usuarios y usuarias" darnos banquete con la música que reseñas acá. Saludos. Almaluz

CAS CONCERT dijo...

A mi comunidad blogsista.Allí les envío un comercial , que aunque alienante como producto
>comercial, no deja de reflejar lo que fuimos, para mal o para bien.
>Ese es nuestro retrato en blanco y negro.
Recuerdan cuando los venezolanos acumulábamos vajillas y cubiertería que venían en las cajas de ACE, pues de eso justamente se trata.

JRD dijo...

Interesante forma de recuperar la historia, compa. Hacer memoria es reconstruir países.

Saludos.

CAS CONCERT dijo...

Gracias al amigo Duque por haberse retratado en este blog con un valioso comentario. Espero seguir en esta tarea de recuperar mis memorias individuales y la de todo un país. Esa es la idea. Hasta luego.

Carlos Antonio Silva

CAS CONCERT dijo...

Mis queridos amigos, Jethro Tull es una banda pionera del llamado rock progresico. Su vigencia es irrefutable.